Todos tenemos días, en los que ponerse a pensar, se asemeja a nadar en un mar de colillas. Apagado, espeso, sin nada vital a lo que aferrarse.
Todos tenemos días, que lo mas vivo que se cruza por nuestra mirada, es una lágrima. Sin color, sin razón, sólo salada.
Todos tenemos días en los que sonreír, se convierte en un sinfín de esfuerzos vanos. Sin motivo, sin ilusión, sólo una mueca.
Todos tenemos días en los que, por más que queramos evitarlo, sentimos triste el corazón.
Todos tenemos días, en los que los sentimientos parecen alfileres, hace daño expresarlos, y sentirlos duele.
Todos tenemos días, en los que basta una palabra, para llenar el día de ilusión.
Todos tenemos días, en los que por mas abatidos que estemos, nos recompone una sonrisa.
Todos tenemos días, en los que necesitamos saber, que estamos en compañía.
Todos tenemos días, en los que nuestras palabras, son todo frases de negación.
Todos tenemos días, en los que vemos nuestros sueños, al fin en construcción.
Todos tenemos días, en los que nos vemos reflejados, en una canción.
Todos tenemos días, en los que no tenemos suficiente, con el calor del sol.
Todos tenemos días, en los que nuestra voz interior, no nos da la razón.
Todos tenemos días, en los que gritamos sin voz.
Todos tenemos días, en los que desearíamos volaran las horas.
Todos tenemos días, en los que en vano esperamos, que no se mueva el reloj.
Todos tenemos días, en los que sólo vemos piedras en nuestro camino.
Todos tenemos días, en los que un abrazo, es el mejor refugio del frio.
Todos tenemos días…
Como yo los míos…
En los que sólo quiero estar contigo.
M.L.G '10
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