Mirar tus ojos lo comparo con naufragar, en un profundo mar, sin nada a lo que sujetarme.
Pensarte es perderme en un remolino de sensaciones, las cuales nunca han visto la luz del sol.
A la luna le susurré mi secreto, pero ella lo ve un sueño, como lo veo yo.
Tan lejos y tan cerca a veces, que parece que el viento me regala tu olor.
Pero sólo es mi maldita imaginación, que tanto pensarte y anhelarte me hace reflejarte en cada renglón.
Me parece mentira que la gente diga que un amor así no puede existir.
Se que el destino no tiene premio para mí…
Pero existe ¡Lo afirmo! Aunque nunca lo haya llegado a vivir.
Ya que no puede ser otro sentimiento lo que yo llego a sentir.
Verte feliz me hace feliz, pero…
¡Haz una cosa! Nunca dejes de sonreír.
Aunque una sonrisa tuya es capaz de por un segundo, que mi corazón deje de latir.
Yo a cambio prometo algo… No dejaré de escribir…
M.L.G '10
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